El branding no se limita a un eslogan o logotipo atractivo; es una construcción estratégica que vincula productos y marcas con valores, estilos de vida y emociones. El Norte Global, a través de sus empresas, ha perfeccionado estas estrategias, adaptándose a un mundo globalizado y tecnológico donde la modernidad se rediseña constantemente.
Por ejemplo, Apple no vende solamente dispositivos electrónicos: ofrece una idea de exclusividad y estatus. Starbucks, por su parte, transforma el simple acto de consumir una bebida en una experiencia sofisticada. Estas marcas —y muchas otras— respaldan su influencia mediante el poder blando, es decir, la capacidad de persuadir sin recurrir a la fuerza.
El Norte Global ha sabido establecer el patrón visual de lo que entendemos como exitoso en el ser global. Las formas de consumo, incluyendo al minimalismo, fueron enseñadas como un sinónimo de modernidad. La tecnología ha sido recientemente una de las mejores herramientas simbólicas para establecer las narrativas que desean. Redes sociales y otras plataformas son vitrinas globales que visibilizan las narrativas del Norte, mientras que sus algoritmos excluyen las iniciativas del Sur Global.
Este fenómeno no es casual. El Norte Global lo utiliza como una herramienta de consolidación de hegemonía cultural, influenciando a las poblaciones del Sur Global a modificar hábitos y desplazar tradiciones con el paso del tiempo.
Frente a este desafío, las comunidades del Sur Global deben revalorizar su identidad y los productos propios mediante estrategias proactivas para contrarrestar ese poder blando. Esto implica fomentar un branding local con identidad propia, capaz de proyectar influencia genuina.
No se trata únicamente de construir empresas y posicionar marcas, sino de disputarse el imaginario colectivo del Sur Global. El Sur Global tiene la desafiante misión de romper los patrones de imitación del extranjero e impulsar sus propias marcas que puedan integrar la historia de sus comunidades y fortalecer sus identidades locales, desafiando los conceptos de progreso y éxito impuestos desde el Norte Global.
Muy bien criticado, vamos dejándome los motes de la magdalena por macdonalds, y las nuevas generaciones plasmado el clientelismo al Norte Global, a pesar de estar financiando invasiones e imperialismo, es decir faltan fuentes de información o formas de hacer conocer a la gente las consecuencias del branding ( ya anglosajonizado) con lo que cada país tiene y que escojan